sábado, 25 de julio de 2020

Low cost fetish: Como practicar BDSM con poco dinero

 
 Fuente de la imagen: https://www.pngwing.com/es/free-png-nybul

Viendo algunos perfiles en aplicaciones puede dar la impresión de que hace falta estar forrado para ser dominante o sumiso, o incluso puede reforzar la idea de que la sexualidad alternativa es un pasatiempo para gente acomodada.

 Sí que hay postureo, pero no todo es postureo

A ver, es cierto que algo de esto último puede haber; mientras muchos jóvenes o no tan jóvenes no pueden permitirse comprar material BDSM porque tienen trabajos precarios y / o necesitan ahorrar, y a otros nos ha llevado años ir creando poco a poco nuestra colección de juguetes y tener una mazmorra lo vemos como un sueño irrealizable tal como está la vivienda, últimamente se ve un cierto número de jovencitos de familia bien, que por estar perdidos, inadaptados, o necesitados de atención, se inventan una nueva identidad sexual y de la noche a la mañana se transforman en amos, sumisos, puppies o adult babies a golpe de tarjeta de crédito. Creen que el BDSM consiste en tener material muy caro y que quede bien en las fotos de su perfil, aunque no tengan nada claro qué quieren hacer con él porque en realidad tienen una sexualidad convencional o vainilla, y no fetichista.

Pero a ver, que ocurre lo mismo si vemos muchos perfiles de aplicaciones gays; también parecen darle la razón al tópico de que para ser gay hace falta ser joven, urbanita, tener cuerpazo y mucho poder adquisitivo para gimnasio, anabolizantes, ropa de marca, vida nocturna y demás postureo. Pero sabemos que eso no es cierto y que hay mucho mundo fuera de Chueca o del Eixample.

Así que lo primero que me gustaría dejar muy claro es que el BDSM, al igual que ser gay, es una orientación sexual que tenemos algunas personas, independientemente de nuestro poder adquisitivo. Quien realmente se sienta atraído por estas prácticas se inventará maneras de pasárselo muy bien. Desde aquí os doy una serie de consejos, que no son ni mucho menos los mejores ni los únicos posibles.

Cinco trucos para practicar BDSM con un presupuesto bajo

1. No compres un kit de iniciación al BDSM

Típico error de principiante cuando empiezas a entrar en tiendas de material fetish, ya sean reales o virtuales, con un presupuesto pequeño y te compras lo único que está a tu alcance. 

Pero estos kits consisten en un antifaz igualito a los que hay en las tiendas de chinos, unas esposas de juguete que se te van a romper al segundo uso, un latiguillo que no hace ni cosquillas, y algún que otro artilugio ridículo que tienen más que ver con las despedidas de soltero que con el mundo BDSM. Si tienes muy poquito dinero hay otras formas mejores de gastártelo; ahora las vemos.

2. Bondage doméstico

Si eres o tienes un sumiso al que le gusta que le trabajen los pezones, pues yo tengo unas pinzas de metal muy monas y muy caras, pero que, como a veces ocurre, están más pensadas para sacar fotos que para usar (y cuidado, no digo que la estética no sea muy importante en el BDSM y que no me guste ver a los sumisos ataviados con un buen material). No agarran muy allá y se sueltan fácil salvo que el sumiso tenga unos pezonacos. Probablemente se deba a que el material está diseñado más bien para chicas.

En serio que lo que mejor funciona, aunque no sea tan estético, son las pinzas de madera de tender la ropa, que tienen un precio ridículo. Y la cuerda de tender o la cinta de embalar o de precintar son formas muy sencillas y baratas de inmovilizar; no hace falta comprar soga especial, salvo que seas un gourmet del bondage y te lo puedas permitir. Eso sí, hay que saber usar el material, y a eso le dedicaré otro post.

Si no tienes dinero para una mordaza comprada, se puede hacer una casera con un foulard, o un trapo de cocina en su defecto, y un calcetín. Y a los que les guste el guarreo y la ropa interior usada, pues que le echen un poco de imaginación.

3. Spanking doméstico

El mejor instrumento para dar azotes es la mano, y yo ni siquiera me plantearía otro para empezar si no tienes experiencia. Pero si eres muy travieso y estás seguro de que la mano de tu amo no es suficiente para dominarte, lo más fácil es echar mano de un cinturón. Cuidado porque, precisamente, los cinturones son uno de los más instrumentos más peligrosos si no se manejan con cuidado. Hay que saber usarlo, enrollándolo bien y por supuesto apretando la hebilla y no golpeando jamás con ella. Como os comentaba, dedicaré otro post a cómo jugar con seguridad en BDSM.

Las zapatillas de esparto, las palas de la playa, los cepillos de pelo con un lado liso o las chanclas de la piscina tienen un buen número de partidarios y se puede hacer un buen apaño con ellos. Las varas caseras, hechas a partir de ramas que recojas del campo, no las recomiendo salvo que seas muy hábil para dejarlas bien lisas, sin nudos ni puntas.

4. Material deportivo




Si quieres ser puppy y no puedes permitirte dejarte un dineral en unas zarpas y unas rodilleras de cuero, puedes comprarte en un Decathlon o similar guantes de esquiador y rodilleras de running, que son bastante baratos. Con ellos podrás servir a tu amo o handler de rodillas o a cuatro patas cómodamente sin desollarte.


Y el alpinismo y la escalada nos dan una opción muy barata y sencilla a los que somos más bien manazas y no formamos parte de esos gourmets del bondage de los que hablaba, por lo que nos gusta inmovilizar a un sumiso rápido y sin complicarnos la vida con los nudos. Con todo el respeto y sincera admiración por quienes se pasan media hora o más creando un armazón con nudos perfectos, y otro tanto para deshacerlo luego, yo confieso que prefiero recurrir a unos mosquetones y unas cintas y tener a un sumisete atado de pies, manos y cuello a una silla, o retorciéndose tan contento en un hog tie en un par de minutos (el hog tie es la postura que ves en esta foto).


5. Material para puppies y adult babies

El puppy play, los cachorros de perro humanos, y los adult babies o age play, pueden ser de los fetiches más caros ... o no. Para los puppies lo más importante es que no se hagan daño a cuatro patas, y eso ya hemos visto que se puede conseguir con material a precio razonable. Los huesos y juguetes son baratos y el resto es imaginación.

Con los babies es parecido; la ropa de adolescente y de adulto cada vez es más aniñada, y los chupetes y libros de cuentos para colorear son de lo más asequible. Si tu fetiche es en concreto el llevar un pañal y la textura del material, eso ya mala solución tiene porque los pañales son caros, y los de talla de adulto más. Pero si no siempre puedes plantearte unos bonitos calzoncillos de superhéroes o de dibujitos.

En resumen, que jugar al BDSM está al alcance de todos los bolsillos, así que todo el que le atraiga que se lo plantee porque soluciones y alternativas siempre las va a encontrar.
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