sábado, 15 de agosto de 2020

Manual para iniciarte en el BDSM


Os expongo a continuación 9 consejos básicos para iniciaros y disfrutar con la dominación / sumisión. Sé que voy a repetir conceptos que ya comenté en otros post, sobre todo el de Cómo practicar BDSM con seguridad, pero hay cosas que por muchas veces que se digan nunca son demasiadas. Ojalá os sean útiles:

1. ¿Buscas real o virtual?

A lo mejor te encanta ver vídeos BDSM y no tienes necesidad, o no te atrae, de practicarlo en la vida real. No hay ningún problema con eso, no todas las fantasías deben llevarse a la práctica. A lo mejor te gusta charlar sobre BDSM, hacer algo con la webcam, pero no deseas ningún encuentro en persona. Genial; eso sí, déjalo claro y no marees a alguien que ponga en su perfil, o que tú veas, que lo que busca son encuentros reales.

Plánteate en primer lugar qué es lo que buscas, si son sesiones en persona o solo chateo e interacción virtual, y busca personas que les interese lo mismo que tú. Y si solo tienes curiosidad y te pones a hablar con alguien que busca real, pues no te extrañes si te cala y te deja de contestar o te da largas.

2. Ten claro lo más básico sobre BDSM

El BDSM sí es un juego sexual basado en roles que puede albergar diferentes tipos de prácticas relacionadas con el castigo físico, la restricción de movimientos, la dominación y la humillación. Hay quien se centra en una sola práctica y quien mezcla varias en la misma sesión. Todo lo que se hace es consentido y pactado para el disfrute de los dos participantes.

El BDSM no es sexo duro, ni dar hostias (la violencia en el BDSM es ritualizada y pactada, en ningún caso se dan hostias ni palizas), ni hacer daño a nadie ni sufrir daño, ni abusar de nadie, ni entregarse incondicionalmente a otra persona para que haga contigo lo que quiera, ni utilizar a una persona como un objeto cuyo placer no importa. Si das con personas que te proponen esto, no son verdaderos amantes del BDSM, sino perversos o abusadores.

Y, muy importante, ten en cuenta que el BDSM es sexo no basado en la penetración; puede haber penetración o no dependiendo del amo o sumiso con el que des, pero no puedes dar por hecho que va a ser así, es algo para hablar entre los dos interesados. Si buscas un polvo cañero y frenético en el que te den algún azote, te humillen y te insulten, me parece muy respetable pero eso no es BDSM; para eso no busques un amo ni un dominante.

3. Mejor sin prisas

No me canso de decirlo: vivimos en una cultura del aquí y ahora. Vemos un vídeo con contenido BDSM (o que pensamos que es BDSM), nos da el calentón, nos ponemos a buscar un amo o un esclavo para ahora mismo y quedamos con el primero que aparece. De esta manera la probabilidad de tener una experiencia frustrante, o incluso peligrosa, es muy alta.

Estos juegos se basan en la confianza, engloban prácticas muy diferentes que se pueden jugar a niveles muy variados, y es importante saber con quien se está e ir poco a poco. Para un orgasmo rápido, mejor quedarse en el sexo vainilla.



4. El BDSM no es Grindr

Buscar pareja para una sesión BDSM es bastante diferente a buscar un polvo rápido en Grindr, por lo que las pautas que utilizas para lo segundo no son una buena táctica para lo primero.

Si tu conversación es la típica charla Grindr, es decir, "¿tienes más fotos?" y "¿cómo andas de rabo?", o lo mismo preguntado en cualquiera de sus infinitas variantes, es probable que tengas muy poco éxito con gente realmente interesada en BDSM. A mí al menos son preguntas que me hacen perder el interés en mi interlocutor en cero coma. Son indicios bastante fuertes de que tus coordenadas sexuales están muy alejadas de cualquier cosa fetish: que simplemente estás perdido, que no te interesa el tema, y si piensas que te interesa es por desconocimiento.

Igual puede parecer prejuicio deducir tantas cosas de una pregunta, pero pasar de los tienesmasfotos y de los comoandasderabos es una conclusión a la que he llegado a través de la experiencia. Aunque por supuesto existe un margen de error, y probablemente me habré perdido a alguien interesante por descartarle tras haberme hecho alguna de estas preguntas, me compensa por el tiempo tan enorme que he dejado de perder y por las experiencias fallidas que he dejado de tener desde que empecé a pasar de quienes me vienen con las típicas preguntas Grindr.



5. ¿Buscas BDSM con buenorros y / o pollones? Tal vez no es la mejor idea

Este punto es más de lo mismo respecto al anterior, pero como ocurre mucho, no me importa insistir en ello. Si buscas tios de gym, pollones, tios que están buenísimos, etc., pues es otro indicador bastante fuerte de que tu sexualidad camina por territorios alejados del fetish o del BDSM. Y con esto no estoy diciendo que el físico no importe ni que yo no lo valore ni que esté mal que busques un amo que te inspire un cierto deseo sexual, igual que yo busco sumisos que me lo inspiren también. Existe, o debería existir, un término medio. Pero si solo te ponen los músculos inflados y / o las pollas a partir del XL, probablemente el BDSM no es lo tuyo.

Simplemente es un hecho que un amo BDSM es alguien que te debe inspirar confianza, que debe saber lo que está haciendo, y que optar por el que tiene mejor físico no es el mejor criterio; y tengo clarísimo que prefiero a un sumiso con un cuerpo normalillo y buena actitud antes que una diva por muy buenorro que esté, o que crea que está. Insisto en que es mejor olvidarse de los parámetros que puedas tener para buscar parejas para polvos rápidos porque esto es otra cosa.



6. Novatos bienvenidos

No pasa nada por no tener experiencia, nadie hemos nacido sabidos; eso sí, siempre y cuando tengas claro el primer punto, si buscas algo real o no. Y plantéate que ser amo con experiencia cero puede no ser buena idea, salvo que seas un fetichista nato y tengas clarísimo lo que quieras hacer; si no, empieza como sumiso y luego ya tendrás tiempo para pasar al otro lado.

Hay muchos amos que no tienen problema en entrenar a novatos, así que no finjas que tienes experiencia si no la tienes (que te hayan dado un par de azotes en el culo follando no es tener experiencia BDSM) y, si ves que alguien tiene un perfil que parece dirigido a chicos ya muy versados, pues escoge a otro, él se lo pierde.
 

7. Sumiso pero proactivo

El BDSM es sexo, y el sexo siempre es un juego entre dos en el que cada uno tiene que poner su parte. La actitud que veo a veces, de chicos que se cruzan de brazos y consideran que es tarea del otro el proponer y hacer cosas y el satisfacerles sin que ellos tengan que hacer ni decir nada, no es la más adecuada. 
 
El sumiso no solo debe aclarar sus límites y decir que cosas no quiere hacer, sino también molestarse en leer el perfil del dominante a ver si hay afinidad, aclarar que cosas le gustan (que te guste todo se parece mucho a que no te guste nada), y ser expresivo durante el juego, porque ser dominante no significa tener la habilidad de leer la mente de nadie y estamos hablando de juegos en los que se puede hacer daño si se malinterpretan las reacciones del otro.


 
 
8. Prudente sí; aprensivo no

No todo el mundo sirve para los juegos BDSM. Algunos porque, sencillamente, no se sienten atraídos por ellos, pero, además de que te gusten, son juegos que requieren la capacidad de dejarte llevar y de confiar en el otro. ¿Estoy hablando de que te dejes inmovilizar completamente y vendar los ojos por el primero que pasa? Claro que no; ya lo he dicho, mira bien con quien juegas. Que pone en su perfil, como habla, como responde a tus preguntas,  .....

Se supone que eres un adulto con unos años de experiencia entre la raza humana, probablemente también con alguna experiencia con hombres gays, y que en ese tiempo has adquirido una cierta capacidad de calibrar si tu interlocutor parece ser alguien sensato y con quien se puede jugar de manera morbosa y segura, o si, por el contrario, es alguien que no te merece confianza. Asumiendo siempre que existe un margen de error y que no existe el riesgo cero. 
 
Para jugar al BDSM hay que aceptar un mínimo riesgo y ser capaz de confiar en tu compañero de juego; si eres aprensivo,  si crees que el otro tiene cámaras en su casa y te está grabando, que tiene una terrible enfermedad que te va a transmitir, o, peor aun, si crees que este tipo de ideas paranoicas están justificadas en tu caso porque "has tenido malas experiencias" (como si a los demás no nos hubiera pasado nunca nada malo y la vida solo nos hubiera regalado sonrisas), pues el BDSM no es lo tuyo, así que quédate en el sexo vainilla, o incluso en la castidad, que así seguro que no te va a pasar nada.

9. Ábrete a explorar otras fantasías

Resulta curioso que muchas veces me entienda mejor con gente ajena al mundo del fetish que quiere probar que con fetichistas genuinos. El problema con los primeros puede ser que no tengan muy claro lo que quieren, pero eso no es tan grave si son capaces de confiar en alguien que sí tiene experiencia; con los segundos, a veces saben demasiado lo que quieren, y es algo tan tan específico que es muy difícil encontrar compañeros de juego.

Si te gusta el spanking en una determinada postura y una determinada manera, o el bondage con cierta postura y cierto material, o que te hagan cosquillas, o el fetichismo X .... y no te gusta nada más, y te cierras en banda a hacer nada más, pues conviene recordar que tus compañeros de juego no son objetos para tu placer sino que en el sexo debe haber siempre una interacción. Si quieres encontrar personas con las que jugar a lo mejor deberías abrirte un poco, porque si tienes un fetiche muy específico va a haber muy pocas personas que lo van a compartir al cien por cien; de hecho, salvo que vivas en una ciudad muy grande, es probable que no encuentres a ninguna. Pero con un enfoque más flexible, puedes introducir a personas en tu fetiche y también descubrir los fetiches de otros y a lo mejor disfrutar mucho con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario