La lucha es mi deporte favorito; lamentablemente me limito a verlo pero no descarto aprender a practicarlo algún día si llego a estar suficientemente en forma. Ver vídeos de lucha es de lo más erótico y relajante para los ratos libres.
Me encanta la grecorromana, pero la más morbosa y homoerótica que existe es la lucha turca con aceite. Los luchadores se embadurnan bien todo el cuerpo y una de las tácticas para tumbar al adversario es meter la mano dentro de sus pantalones.
Aquí un entrenamiento sin aceite:
Os dejo reflexionar sobre si los turcos son los hombres más sexis del planeta:
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