lunes, 26 de diciembre de 2016

Canciones sumisas

La música pop se ha acercado a las relaciones o las fantasías d / s con un tratamiento que oscila entre la voluntad de escandalizar, la parodia y la fascinación. Sobre todo es el punk el subgénero que más abiertamente ha abordado la dominación hasta convertirla en casi una filosofía de vida y un tema recurrente.

Voy a omitir muchas canciones que tienen una orientación claramente heterosexual, como Venus in furs de Velvet Underground, X-offender de Blondie, S/m de Rihanna, o Hanky panky de Madonna, y me centro en las que canta una voz masculina y no indican el género del dominante, una ambigüedad que en inglés es más fácil de lograr que en español:

- La más célebre, I wanna be your dog, de los Stooges, liderados por el gran Iggy Pop. Por derecho propio el himno de los amantes del dog training.


Aquí tenéis la traducción al español de la mano del grupo siniestro Parálisis permanente, Quiero ser tu perro.


- Master and slave de Depeche mode, que se puede interpretar como una relación d / s o como una metáfora política. La ropa de los miembros del grupo desde luego favorece la primera lectura.


- Dominated love slave de Green day, con un curioso sonido country. Green day insistirían en sus fantasías masoquistas con una canción posterior, Blood, sex and booze, pero en esa ya se explicitaba que iba dirigida a una dominatrix.

Estas son las que se me ocurren por ahora, si se me vienen más a la cabeza habrá segunda parte.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Hogtie

No soy gran experto en bondage pero la imagen de un chico guapo atado me ha perturbado desde que tengo uso de razón. Mi postura favorita es el hogtie, que consiste en amarrar las manos a la espalda del sumiso, doblarle las rodillas y juntarle las muñecas o los brazos con los tobillos.




Aunque no seáis capaces de hacer nudos tan complicados como los de las fotos, por experiencia os puedo contar que un hogtie algo más rudimentario pero efectivo lo puede hacer cualquiera; no requiere de gran destreza pero sí de un mínimo cuidado y atención. Hay que tener en cuenta que se trata de una práctica que ya no es de iniciación, puesto que el sumiso queda inmovilizado de pies y de manos, indefenso y en una postura no excesivamente cómoda, y por lo tanto no es para hacer en una primera sesión o hasta que no haya la confianza suficiente.

La incomodidad va a variar en función de la longitud de la cuerda que se deja entre las muñecas y los tobillos; si la cuerda es pequeña la postura es muy forzada, como en el ejemplo que veis a continuación, y por lo tanto no se debe mantener demasiado tiempo.



Naturalmente se le puede dar un toque morbosillo extra añadiendo una mordaza, una máscara y / o un antifaz.


Aquí tenéis una variante interesante en la que no se han unido las manos con los pies pero el efecto es el mismo. Los nudos tan sofisticados que veis lleva mucho tiempo hacerlos y deshacerlos, pero como os decía se puede conseguir no el mismo resultado pero sí una inmovilidad considerable, tal vez no válida para los expertos pero sí para quien solo busca sentir el morbo de inmovilizar o de estar inmovilizado, con nudos caseros.


Si os gustan fotos como estas, podéis ver más en enlaces como http://hogtiedforfun.blogspot.com.es/ o http://nakedmalebondage.tumblr.com/.



domingo, 11 de diciembre de 2016

Dónde comprar material d/s

Cuando uno empieza a jugar o a fantasear con la dominación y la sumisión enseguida surge la necesidad o la fantasía de utilizar material (fustas, esposas, cuerdas, mordazas, etc.). Hay críticos con el uso de utensilios que dicen que un buen amo no los necesita; tienen parte de razón porque lo importante en una buena sesión es la vertiente psicológica, pero solo parte. Aunque se pueda dominar simplemente con la voz y el juego mental, a muchos nos encanta ver a un sumiso acicalado con su antifaz y su mordaza y bien sujeto con sus esposas.


Como muchos amos novatos, al iniciarme cometí un error del que intento preveniros desde aquí para que no sigáis mis pasos: comprar uno de estos kits de iniciación al bondage. Son muy atractivos por su precio y porque traen un poco de todo (esposas, cera, látigo, antifaz), lo cual parece perfecto cuando estás empezando y no sabes muy bien lo que quieres.

Este tipo de cajas son un perfecto ejemplo de lo barato sale caro. Las esposas, si no te vienen ya rotas, se romperán en la primera sesión, y el látigo es de chufla y apenas hace cosquillas. Sí, el buen material d/s es muy caro, pero vale la pena. Para tener cosas de juguete, mejor no tener nada y ahorrarse los 20 o 25 euros que valen estas cajas. Lo único que no ha acabado en la basura de la que me compré en su momento es el antifaz.

Esto supone un problema, que es que, por el daño que ha hecho 50 sombras de grey, estas cajas proliferan como hongos y son prácticamente el único material que se encuentra en la sección pretenciosamente llamada BDSM de muchas tiendas eróticas convencionales. Si deseáis encontrar material de calidad, es mejor evitar las sex-shops generalistas, aunque no dudo que pueda haber honrosas excepciones, sobre todo en las gay, y acudir a tiendas especializadas en fetichismo, que me imagino que solo existirán en las grandes ciudades; aprovechad la próxima escapada a Madrid o Barcelona, o si no seguramente habrá que recurrir a Internet.


En Madrid, que yo sepa al menos, existen dos tiendas especializadas, ambas en el centro: Fetiche, cerca de la plaza de Santo Domingo y la Gran Vía, y SR leather, dirigida al público gay en la calle Pelayo, en pleno corazón de Chueca; esta última, como su nombre indica, está muy centrada en cuero y no tanto en artículos d/s o BDSM, aunque también los hay. Otra buena opción es City sex store, también en Chueca, en la calle Hortaleza, que consigue ser un híbrido de librería gay y sex-shop con muchos productos interesantes en ambas vertientes.

Lamento no tener idea de la cantidad ni calidad de los locales de Barcelona, o si existen en otras ciudades. De lo que me vaya enterando, eso sí, os informaré en futuros posts.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Amos y sirvientes

Hace no mucho he leido Tormento, una novela de Galdós, uno de mis autores favoritos del que volveré a hablar por otro motivo. Uno de los personajes es el mozo o criado del protagonista, un indiano un tanto huraño que ha vuelto a España enriquecido para buscar esposa. El nuevo rico es noble y brutote y, tras haber descubierto algún enredo en el que se había metido su sirviente, este le pide que por favor no le pegue.

Por desgracia la novela, escrita en la segunda mitad del siglo XIX, no da mayores detalles acerca de si la petición del muchacho es atendida o no, pero la figura de un joven a las órdenes de un amo de mayor edad y nivel social como sirviente personal a su disposición permanente para todo tipo de recados es muy morbosa, y ha sido una realidad histórica durante siglos, como ya se contaba en el Lazarillo de Tormes. Es difícil saber con cuánta frecuencia los amos les pedirían servicios más íntimos a sus mozos, que normalmente convivían con ellos; es de suponer que no sería algo muy infrecuente. El amo se exponía a que el joven difundiera rumores sobre él o a ser incluso llevado a la justicia por sodomía, un delito grave en la época, pero el criado se lo pensaría más de una vez y probablemente se dejería meter mano de vez en cuando antes de dejar una casa con comida y cama caliente y un trabajo sencillo, de llevar y traer cartas o recoger la chaqueta de su amo del sastre, y tener que irse en su lugar a deslomarse en una fábrica insalubre y peligrosa por el mismo o menos dinero.

En cualquier caso, lo que sí podría hacer un amo con toda la tranquilidad en esa época sería ir a un establecimiento donde las fabricaran y comprar una vara para castigar a su sirviente. En Bearn o la sala de las muñecas, una de las obras más importantes de la literatura mallorquina, el narrador describe con horror como su padre azota a uno de los criados de la casa, una costumbre que califica de medieval y que se muestra en la adaptación al cine de la novela, que llevó a cabo Jaime Chávarri en 1983. Pero el reparo seguramente se debe a que el criado tenía más edad y una cierta jerarquía dentro de la casa; difícilmente le hubiera extrañado tanto el mismo castigo para un sirviente muy joven que no lleva a cabo ningún trabajo especializado. Como es natural, habría amos de carácter más fácil o más blando y otros más estrictos amigos de la mano dura.

El rol del criado sumiso y el morbo de los trajes de época no está muy explotado en la pornografía y la erótica gay actuales. El principal referente que se me ocurre para ilustrar este post es un dibujante sueco amante del spanking del que solo conozco su inicial, C. Sus dibujos, más que probablemente hechos a mano y escaneados, no son fáciles de encontrar y, aunque a muchos les pueda parecer una cutrez vintage, espero que otros sí sepáis apreciarlos.










Este es uno de mis dibujos favoritos. Representa un club en el que caballeros distinguidos van a disfrutar de jovencitos desnudos dominándolos y castigándolos.

En imagen real la gente de Sting pictures son quienes mejor han puesto en escena, también en clave de spanking, el rol del amo y el sirviente con escenografía victoriana:
 





lunes, 5 de diciembre de 2016

cmnm: Tio vestido, tio desnudo

Hoy os presento la web http://cmnm.nl/, que son las siglas de Clothed male, naked male, tío vestido, tío desnudo. Para mí es muy sexy en una sesión de d / s que el sumiso esté desnudo frente a un amo vestido que como mucho se abre la bragueta para servirse de su cachorro.

Esa es la idea que explora esta web, que nos ofrece a cachorrillos sumisos que son desnudados para sufrir todo tipo de abusos, tales como ser colocados en posturas humillantes, penetrados con dedos y objetos, masturbados hasta eyacular y utilizados para el placer de todo un grupo de dominantes.








sábado, 3 de diciembre de 2016

Bondage en Luna de Calenda

A pesar de su puritanismo, o quien sabe si gracias a él, las series nos dan a veces escenas bizarras con connotaciones d/s. Por ejemplo, aquí está este momento de la serie española Luna de Calenda, emitido en 2012, en el que Marc Martínez encadena a Álvaro Cervantes, que interpreta a su hijo. El joven, muy guapo, desnudo en el suelo frente a su padre / amo de pie vestido es muy sugerente, o yo muy pervertido, o ambas cosas.



La escena venía además precedida por un bofetón que aumentaba la connotación d/s de la relación entre padre e hijo:


Pero lo más excitante es que ambos parecen llevarse bien a pesar de los castigos.