lunes, 27 de diciembre de 2021

Entrevista con un adult baby: BabyRik nos explica qué es el ABDL

 

Hoy volvemos al mundo del ABDL (Adult Babies & Diaper Lovers), el fetichismo de los bebés adultos y de los pañales, de que ya habíamos hablado una vez en otra entrada.

Un tuitero amante de este fetiche, BabyRikSpain, un bebé adulto amante de los pañales simpático y travieso, como podéis ver en las fotos, ha accedido a hablar conmigo sobre el ABDL para difundirlo, explicar en qué consiste y disipar posibles dudas, cosa que le agradezco enormemente. Creo que su testimonio puede ser de mucha utilidad para quienes sintáis interés o curiosidad por los adult babies.

Todas las fotos vienen de la cuenta de Twitter de BabyRik, https://twitter.com/BabyRik_Spain

 Entrevista con BabyRik

1- ¿Cómo te gusta llamar a tu fetiche? ¿ABDL, adult baby, amante de los pañales, ....?

Más que fetiche, me gustaría llamarlo ABDL, creo que es la palabra perfecta que engloba al mundo de todos los que nos gusta usar pañales.

2- ¿Cuándo empezaste a sentirlo? ¿Fue complicado dar el paso de fantasear a llevarlo a la práctica?

Empecé a sentirlo desde muy pequeño. Tenía muchas fantasías en la adolescencia, leía historias, veía videos y me las apañaba como fuera para usar pañales, aunque fuera un rato. Pero el paso más importante no lo di hasta los 28 años cuando me fui a vivir yo sólo y decidí comprarme mi primer paquete de pañales ABDL. Al principio los usaba esporádicamente, después a diario.

3- Algunos amantes del puppy play hablan de “head space” para referirse al trance o desconexión mental que les lleva a sentirse perritos y dejar de ser humanos mientras practican su fetiche. ¿A ti te ocurre algo parecido? ¿Llegas a sentirte bebé?

Exactamente, siempre he visto mucho paralelismo con lo que dices, aunque es difícil de conseguir. Tiene que haber muchísima conexión con tu “daddy” (la persona que te cuida) y es algo increíble cuando, en un momento puntual, superas esa barrera: lo definiría en ocasiones excitante y en ocasiones relajante.


 

4- ¿Qué es lo más excitante o lo más importante para ti en tu fetiche? ¿Es algo más sensorial, el placer del tacto de los pañales, o es más bien psicológico, alcanzar ese head space del que hablabamos?

Lo más importante para mí, más que alcanzar ese head space, es tener un pañal diferente para cada momento. Hay determinados momentos que llevas unos más finos, otras veces más gorditos, hay días que te apetecen con estampados, otros días más simples. Yo lo comparo como quien decide ponerse una mañana su calzoncillo preferido u otro diferente. Para mí el placer es algo sensorial: el tacto, el material e incluso el sonido que hace cuando vas andando por la calle y, por supuesto, es excitante no tener que buscar un baño cuando lo llevas incorporado.

5- ¿Te gusta más practicar tu fetiche con otros babies o con un papi o cuidador? ¿Cómo es la interacción que te gusta tener con tus compañeros de juego?

Por supuesto, y sobre todo me encanta practicarlo con otros babies porque normalmente se pueden intercambiar roles. Para mí, lo primero es conocer a esa persona en su ámbito normal. Después si veo que hay conexion, podemos empezar a interactuar: ponernos ropa de bebé adulto, un chupete, el biberón, cambiarnos los pañales y si surge en el ámbito sexual pues, adelante (que uno no es de piedra).

6- El ABDL es un fetiche a veces compatible con otros. ¿En tu caso incluye bondage o spanking?

Alguna vez he probado alguna de estas porque soy una persona muy abierta a todo pero no me gusta sentirme atado, exposado, etc. Aunque un buen azote si uno se porta mal...

 

7- ¿Es una forma de sumisión el ABDL?  ¿Le ves relación con el BDSM?

Puede llegar a ser un juego de sumisión si interactúas con una persona que es únicamente papi y tú eres puramente baby. Y por supuesto, me parece excitante mezclar la estética BDSM con la ABDL. Por ejemplo, llevar un arnés y un pañal.

8- ¿Mezclas el sexo convencional en tus prácticas ABDL o son dos terrenos diferentes?

Hoy en día para mí me parece casi imprescindible mezclar el sexo con el ABDL. El pañal es mi ropa interior y me parece igual de excitante que al que usa un suspensorio, un arnés, un tanga, etc.

9- ¿Dirías que es un fetiche caro? ¿La falta de medios económicos puede ser un problema para practicarlo?

Si te lo tomas como un fetiche puede ser caro o barato en función de las veces que lo practiques. Siempre existen alternativas más baratas que se pueden encontrar en supermercados, aunque la experiencia baja mucho. Para mi es algo caro porque más que un fetiche, es una forma de vida y uno se gasta mucho dinero al año en pañales.


10- ¿Es complicado encontrar a otros fetichistas ABDL en España? ¿Existe una comunidad?

En otros países es muy fácil, pero en España todavía estamos muy atrasados porque existe mucho prejuicio. Poco a poco se está creando una comunidad ABDL, mediante grupos de Telegram, pero pocos se atreven a mostrase como son. Cuesta mucho encontrar gente que no tenga miedo a mostrar su cara.

11- ¿Qué te mueve a publicar fotos en redes sociales? ¿Exhibicionismo? ¿Darte a conocer para encontrar compañeros de juego? ¿Activismo?

Para mi lo principal es darme a conocer para encontrar más compañeros de juego, pero el activismo es muy importante. Hay que romper ese armario ABDL tan grande que existe. En España, se pueden contar con los dedos de las manos los abdls que nos atrevemos a publicar fotos de cara.

12- ¿Has pensado en comercializar el contenido que publicas en redes?

Alguna vez se me ha pasado por la cabeza, pero soy una persona muy perfeccionista y, si lo hiciera, me gustaría crear un contenido muy muy profesional y no tengo medios y casi tampoco tiempo para hacerlo.

13- ¿Crees que existe un armario fetish? ¿En tu entorno conocen este aspecto de tu sexualidad?

En general existe un armario fetish y, aunque por suerte hay prácticas que están mucho más normalizadas, todavía el ABDL en España está muy oculto y muy estigmatizado. Existen multitud de fiestas fetish en muchos países europeos donde se dedica algún día cada cierto tiempo al colectivo ABDL y son un éxito. Esto en los locales fetish de España es impensable.

Mi mundo lo conocen un par de amigas y un amigo. Diciendo las cosas con naturalidad y espontaneidad, estoy seguro todo el mundo es capaz de entenderlo. No estamos haciendo nada malo.

14- ¿Qué webs o cuentas en redes sociales le recomendarías a alguien interesado en ABDL?

Le recomendaría usar Twitter, Instagram o Tumblr. Si buscas “ABDL” van a aparecer miles de cuentas y seguro que alguna de ajusta al gusto de una persona interesada en este tema. Que experimente con cosillas que venden en webs como Nappiesareus o Diaper-Heroes, Diaper Minister, France-ABDL.

15- ¿Es complicado tener pareja para un amante del ABDL?

A mí no me ha costado mucho tener una pareja que, mínimamente respete o incluso comparta el ABDL. Entiendo que es algo que novedoso pero si quieres a alguien de verdad vas a aprender a convivir con los gustos mutuos de cada persona. Sinceramente al final, cuando salimos a la calle, en lo principal que nos diferenciamos del resto es en nuestra ropa interior, nada más. Y tampoco es algo que se note tanto, no?

¡Muchas gracias, Baby Rik!

jueves, 16 de diciembre de 2021

Mi participación en un video de spanking

Los asiduos al blog tal vez recordéis que me puse en su día en contacto con Spankchicosmalos, el único español del que tengo constancia que lleva una página comercial fetish en OnlyFans y plataformas similares. La suya se dedica, como es evidente, al spanking.


Spankchicosmalos me ha dado la posibilidad de hacer de spanker en su último vídeo y la posibilidad de interpretar a un director de colegio estricto y zurrar simultáneamente a dos traviesos la verdad es que era muy tentadora. Ahí me tenéis en acción.

Como anécdota, os comento que practicar fetish cuando te están grabando para llevar a cabo un producto comercial que verán desconocidos es bastante diferente a hacerlo en la intimidad, cuando no te graban o te grabas tú mismo pero solo para que lo vean los dos participantes en la sesión. Al menos para mí, que no tengo madera de actor. No niego que la experiencia es morbosa y divertida al mismo tiempo, pero no es para nada lo mismo que una sesión casera.

A continuación os dejo un teaser del vídeo. El material completo es de pago y está disponible desde https://allmylinks.com/spankchicosmalos



jueves, 9 de diciembre de 2021

Entrevista ilustrada con LordZasz, spanker y tuitero parisino

Creo que es interesante recoger otros puntos de vista sobre el mundo BDSM y de los fetiches aparte del mío. Sobre todo testimonios de amantes de prácticas fetish activos en páginas web o redes sociales y que visibilizan sus gustos.

He contactado con Jules, alias LordZasz, un joven amante del spanking parisino (la fessée, como ellos lo llaman) que lleva una de mis cuentas de Twitter favoritas en las que podemos verle azotando a otros chicos jóvenes. Este post está adornado con varias fotos de su cuenta. 

Enlace a la cuenta en Twitter de LordZasz

Además de alegrarnos la vista a los fans del spanking compartiendo sus experiencias en Twitter y otras redes, Jules ha tenido la amabilidad de hablar conmigo y responder de manera muy sincera, y creo que valiente, a algunas preguntas relativas a su (nuestro) fetiche. Espero que sus respuestas os resulten tan interesantes como me lo han parecido a mí. En ellas podéis ver, entre otras cosas, como los fetichistas que están centrados en un fetiche (el spanking en este caso) se sienten poco identificados con el término BDSM, que no es extraño evolucionar de un rol sumiso a dominante con la edad, el armario en el que se suelen encontrar las personas con estos gustos, la dificultad que puede suponer para la vida en pareja, y muchos otros temas de interés que ya he abordado en otras entradas del blog.

ENTREVISTA CON LORDZASZ

1- ¿Cómo te defines: un spanker, un dominante, un fetichista, ....?

Sin duda soy las 3 cosas. Me gusta la práctica del spanking, lo cual me convierte en un fetichista. Y soy más spanker que spankee*, lo cual conlleva un lado dominante. 

Pero dominante es la palabra que menos me gusta de las 3 para describir lo que soy y lo que me gusta. No es mentira, pero le encuentro connotaciones de SM duro. Fetichista también es verdad, pero da poca información. Así que, si me preguntan, yo me describiría sobre todo como un spanker.

*Spanker es quien da azotes y spankee quien los recibe. También se usa spanko para referirse a cualquier aficionado al spanking.

2- ¿Entonces solo te gusta el spanking, o también tienes otros fetiches o llevas a cabo otras prácticas BDSM?

También me gustan otras formas de dominación física que pueden incluir un poco de violencia consentida (bofetadas, CBT*, asfixia, etc.), el bondage, y jugar con pinzas, pero en términos globales el spanking es mi fetiche principal.

*Cock and ball torture, tortura genital.


 

3- ¿Cuándo y cómo empezó tu interés por el spanking? ¿Fue complicado dar el salto de la fantasía a la realidad?

Es una pregunta difícil. El spanking es mi fetiche más antiguo, he tenido fantasías desde muy pequeño (sobre los 10 años), incluso antes de plantearme si me gustaban los hombres o las mujeres. En cuanto a por qué me dio por ahí, no lo sé bien. Recibí azotes de niño, pero no estoy para nada convencido de que haya una relación causa-efecto. O, en todo caso, no puedo recordar ningún momento concreto en que se desencadenara el fetiche. Creo que nunca lo sabré.

En cuanto a pasar de la fantasía a la realidad, tuve mis experiencias en plan light de adolescente, azotándome yo mismo o jugando con mi hermano y con amigos. Ya te adulto, empecé a los 19 años recibiendo azotes, que me parecía lo normal a esa edad. En ese momento era complicado porque vivía aun con mis padres, bastante lejos de París, que era donde me surgían los planes, y además tenía miedo de dar con alguien que quisiera algo más que darme azotes (no buscaba sexo), o de que me descubriera un amigo de mi padre que es gay y miembro también de la comunidad spanko, que es pequeña en Francia. Así que hablé durante mucho tiempo con posibles spankers antes de decidirme a tener mis primeras experiencias en Bélgica y en Alemania.

4. ¿Cómo fue la transición de spankee a spanker, de recibir a dar azotes?

Tuve una interrupción en mi vida como spanko entre los 22 y los 25 años porque estaba en pareja con alguien que no compartía mis fantasías ni las hubiera comprendido. Después de esta relación, retomé mi actividad en spanking; como ya disponía de mi propio piso y ganaba un poco de dinero, creo que eso provocó que algo hiciera clic y empecé a alternar y a convertirme poco a poco exclusivamente en spanker. 

En retrospectiva, me doy cuenta de que el deseo de ser azotado era muy fuerte cuando algo no iba bien en mi vida y desapareció cuando empecé a tener una buena situación. Sin embargo, mi fetiche no desapareció, me convertí en spanker. 

Hoy en día soy solo spanker. Pero creo que haber sido spankee con anterioridad, haber vivido la experiencia del otro lado, me ayuda a ser mejor spanker. Es una experiencia indispensable para saber cómo se puede estar sintiendo la persona a la que se castiga: cómo se sienten los instrumentos la humillación, la frustración, etc.

5. Creo que te consideras gay. ¿Algunos de los chicos a los que azotas se consideran heteros? ¿Crees en su heterosexualidad o eres escéptico?

Creo que estoy en 4,5 según la escala de Kinsey (0 totalmente hetero y 6 totalmente gay). Quedo con bastantes chicos que se consideran heteros; algunos lo son realmente, y es fácil reconocerlos en mis fotos porque insisten en al menos no quitarse la camiseta: los hombres no les interesan, pero como saben que no voy a hacer nada sexual, vienen a verme. A veces, y es triste, la verdad, preferirían que les azotara una mujer, pero las dominatrix suelen tener tarifas de 180 o 200 € por hora, y no siempre lo hacen como a ellos les gusta. Así que yo soy su plan B. En cualquier caso, la relación de confianza es importante.

En otros casos, sí soy más escéptico, y creo que son bisexuales o gays en el armario.

6. ¿Tienes sexo en tus citas para spanking? 

Nunca, mi propuesta es spanking sin sexo. Tampoco oral, ni masturbación ni tocamientos.

 7. ¿Crees que existe un armario fetichista? 

Sí, estoy seguro. Tal vez es todavía más difícil que la salida del armario como gay o como bi. En mi caso, algunos de mis amigos, familiares e incluso compañeros de trabajo lo saben hasta cierto punto. Pero tengo una familia muy abierta y me desenvuelvo en el mundo de la universidad, que también es muy abierto. 

Muchos de los chicos con los que quedo no tienen esa suerte. La mayoría, tanto heteros como gays, y con o sin pareja, tienen problemas para aceptar su fetiche.

8. ¿Cómo te gusta dar azotes?

Me gusta la azotaina tradicional, con la mano sobre las rodillas, con alguna interrupción de cara a la pared y al final algún instrumento. Mi favorito es el cepillo. Pero sobre todo intento adaptarme a lo que creo que puede funcionar bien con el chico que está sobre mis rodillas, según la forma en que él vive su fetiche.

No me gustan mucho los juegos de rol. Lo veo poco realista y a veces ridículo, ya que soy bastante mal actor. El único que acepto hacer es el de profesor alumno, ya que soy profesor en la vida real.

 9. ¿La cuestión de la edad es importante en spanking?

A riesgo de decepcionar, sí, para mí es importante. Tengo 32 años, y busco personas de entre 18 y 40. No tienen que ser necesariamiente más jóvenes que yo, pero tampoco mucho mayores. Azotar a alguien notablemente mayor que yo me da poco placer o ninguno. Prefiero chicos de mi edad o más jóvenes.

10. ¿Qué te lleva a publicar fotos y vídeos de tus sesiones?

Tengo dos motivos:

1- Hacerme publicidad. Hay muchos spankers y pocos spankees. Tener mis fotos y vídeos en varias redes me ayudan a mostrar lo que hago. Creo que les da confianza, que ayuda a que algunos chicos me contacten antes que a otro, o a que se decidan con mayor rapidez a quedar conmigo. A partir de mis fotos y vídeos, saben a qué atenerse.  

2- Yo descubrí el spanking a través de fotos y de vídeos en Internet. Me parece una pena que ahora casi todos los amantes de esta práctica se hayan pasado al formato de pago y no haya casi nada gratuito para mirar. Al publicar mis fotos o vídeos, ayudo a otras personas a explorar este fetiche sin tener que sacar la tarjeta de crédito. Es mi contribución a la comunidad.

 11. ¿Y nunca has pensado en comercializar tus vídeos?

Pues no. Es complicado hacerlo de manera legal en Francia. Los impuestos se llevan más de la mitad de los ingresos, y además hay que pagar a los modelos; creo que es poco rentable. Y para hacer buenos vídeos por los que valga la pena pagar, tanto los chicos a los que azoto como yo tendríamos que mostrar la cara. Por otra parte, el lado financiero, "te pago por azotarte" rompe la dinámica para mí.

Y por último: estoy hasta el gorro de que todo el mundo cobre o se vaya a OnlyFans y que ya no haya vídeos agradables que la comunidad pueda ver gratis. Y para que nos vamos a engañar, yo me gano bien la vida; igual no tendría el mismo discurso si necesitara dinero.

12. ¿Los vídeos de spanking comerciales te gustan? ¿Te inspiran para hacer los tuyos?

Me gustan mucho los vídeos de StraightLadsSpanked o Reluctant Young Men. En cuanto a fotos, prefiero Sting Pictures, que las tiene muy buenas.

Sin embargo no me inspiran, intento hacer las cosas a mi manera, aunque con la limitación de no mostrar caras. Las fotos y vídeos amateur donde se encuentran con la misma limitación me inspiran más que los estudios comerciales cuando necesito ideas.

13. ¿Estás en contacto con la comunidad de spanking o BDSM francesa? ¿Vas a reuniones o encuentros fetichistas?

Sí, estoy en contacto con la comunidad spanko en Francia, aunque es pequeña y está dividida en 2 grupos: una web fancófona que visito rara vez porque es de pago y predomina la gente mayor, y otra anglófona, https://www.southspanking.com/,  donde hay menos franceses pero más chicos de mi edad, más dinámica, y sobre todo en contacto con la comunidad de spanking internacional. Administro el grupo de spankos francófonos.

No voy a encuentros ni a fiestas de spanking. Las que hay en Francia no me apetecen porque ya no tengo esa cultura de encuentros en bares gay o SM. Lo veo como algo de los años 80, al menos para mí que soy muy joven entre los spankers. No obstante, si algún día salimos de lo del Covid, igual me acaban tentando los grandes encuentros que hacen en Estados Unidos*.

*Se refiere a eventos como Hot seat retreat.

14. ¿Te parece fácil o difícil encontrar a chicos interesados en spanking en Francia?

Es difícil. Es un fetiche que tiene bastante de ghetto y muchas veces no bien aceptado. Pero por suerte estoy bastante visible y no hace falta buscar mucho para que los franceses, y los no franceses, me contacten.

15. ¿Es complicado tener estos gustos a la hora de buscar pareja?

Sí,  practicar spanking es bastante más fácil si estás soltero. Por suerte, a mi pareja le gusta también. De hecho nos conocimos así, soy su antiguo spanker. Y me adelanto a la pregunta siguiente: practicamos muy poco el spanking en nuestra pareja. Hacemos otras cosas y de vez en cuando algunos azotes. A veces me ayuda a grabar mis vídeos.

No creo que pudiera estar en pareja con alguien que no aceptara mi afición por el spanking.

viernes, 4 de junio de 2021

Amos y cachorros en Podcast

 


He abierto un canal de Podcast para hablar de BDSM y fetichismo en formato audio. En el Podcast, que se llama también Amos y cachorros, partiré de cero y volveré a hablar de todos los temas que he tratado en el blog, así que sería una alternativa al blog más que una continuación.

https://www.ivoox.com/podcast-amos-cachorros_sq_f11282775_1.html 

Tengo intención de seguir también con el blog. Disculpas por el parón de los últimos tiempos; simplemente tengo épocas en que estoy menos inspirado y tengo menos que contar. Para repetirme, prefiero cambiar de formato y hacerlo en audio.

El podcast es evidentemente amateur, tanto en el aspecto técnico como en mis dotes como comunicador, que son más bien limitadas. Naturalmente está abierto a vuestras sugerencias o incluso a vuestras colaboraciones. Espero que os guste.

domingo, 4 de abril de 2021

Casting para participar en un vídeo de spanking

Hace tiempo entrevisté al simpático creador de la web https://onlyfans.com/spankchicosmalos, que es la única sobre porno gay fetish en español que yo conozca, y estoy encantado en ayudarle desde el blog a buscar modelos para sus próximos vídeos.

Tal vez alguno de mis lectores esté interesado, o conozca a alguien que esté interesado, en hacer vídeos de spanking, que es la especialidad de esta página. Se trata de recibir azotes delante de la cámara, sin penetración. Si eres un chico de menos de 30 años, con un culo bonito, vives cerca de Madrid y te interesa hacer un vídeo fetish de este tipo, o conoces a algún chico de estas características, puedes contactar con el creador de la web en el email spankchicosmalos@gmail.com.

Naturalmente Spankchicosmalos remunera a los modelos. Los azotes no son duros, por lo que no es necesaria experiencia previa. Podéis ver vídeos de muestra en:

https://twitter.com/i/status/1372493283428032512 

https://twitter.com/i/status/1348714854476095491

martes, 23 de marzo de 2021

Como practicar BDSM con buena actitud

 

Hablaba en la entrada anterior de que en el mundo del fetish existen amantes de la dominación, que es un concepto más general, y luego amantes de prácticas concretas y específicas. Hay muchas (puppy play, ABDL), pero las dos más populares son bondage y spanking. Para que haya un entendimiento, es necesario no tener un interés muy vago y poco concreto, ni tampoco ser tan específico que acabes cayendo en el sectarismo. Ahora lo explico.

Los que "les gusta de todo"

El problema que puede surgir entre los amantes de la D/s que no están especializados en una práctica concreta es que no sean realmente dominantes ni sumisos; que sean de estos que "les gusta de todo", que es algo muy parecido a que no te guste nada. Ya he hablado otras veces de estos sumisos que son simplemente pasivos que están un poco perdidos con sus fantasías del macho dominante, y también están, y esos pueden ser más peligrosos, los que se hacen amos para poder follarse a chicos más jóvenes o más atractivos que ellos a los que no tendrían acceso proponiéndoles sexo convencional. 

Una cosa es que no te limites a una sola práctica y otra que no tengas tus preferencias y tus criterios. Pongo mi propio ejemplo: a mí me encanta azotar, atar y poner al sumiso en diferentes posturas. De hecho, tengo predilección por azotar con la mano sobre las rodillas y con la vara con el sumiso inclinado, también por atar en posición hogtie y por poner al sumiso con las manos en la nuca. 

Eso no quiere decir que ni la vara ni el hogtie sean imprescindibles en una sesión, pero al menos ya puedo dar algunos elementos que me gustan para que el otro sepa a que atenerse, se haga una idea de cómo es el juego y pueda ver si hay afinidad y si le interesa. 

Si digo que me gusta de todo en general, el otro se queda con la duda de qué me gusta en realidad y de si no sé explicarme, que es un problema en un amo, o si no quiero decir lo que me gusta, que sería todavía peor.

Las divas de la hiperespecialización

Y mientras el problema con la D/s puede surgir cuando la falta de especialización es extrema, y no tienes mucha idea de lo que es el spanking, el bondage, el puppy play, el ABDL, o la práctica que sea porque en realidad no te gustan, el problema con los especialistas puede ser el exceso de rigidez.

Porque la especialización puede ir hasta el infinito; algunos no solamente no quieren saber nada de  otras prácticas, sino que dentro del bondage solo practican momificación o suspensión, o dentro del spanking solo les interesa la flagelación extrema con marcas. Estos hiperespecializados por supuesto no se consideran amantes del BDSM, serían algo así como los indepes del fetish, y suelen despreciar además a quien tiene un punto de vista más flexible y está más abierto a explorar otros terrenos considerándolos "aficionados". Vamos, divas totales.

A lo mejor si vives en una gran ciudad te puedes permitir buscar solo gente con la que seas 100 % compatible, cerrarte en banda a otras prácticas y montarte tu minicomunidad exclusiva de gente megacool, pero en un sitio más pequeño puede que seas el único en 200 kilómetros a la redonda interesado en momificación, en spanking con zapatillas de esparto o en furry. Y entonces tienes dos opciones: intentar abrirte un poco o limitar tu vida sexual a ver porno y a fantasear. Conste que la segunda opción me parece muy respetable porque cada uno se lo monta como quiere; eso sí, luego no echemos la culpa a "la gente" ni al mundo de que no compartan nuestro fetichismo hiperespecial.

Los demás no son nuestros juguetes eróticos

Todas las prácticas fetichistas y BDSM son sexo, al fin y al cabo, y el sexo es un juego que se construye entre dos (o más). Materializar con otra persona la fantasía que ya tienes montada en tu cabeza hasta el más ínfimo detalle es masturbación, aunque lo hagas con otro, si a ese otro lo reduces al papel de muñeco que cumple tus deseos. 

Esta búsqueda de la "masturbación en compañía" imagino que ocurre también en el sexo vainilla, pero es relativamente habitual en el mundo fetish. Para reducir a la otra persona a un juguete erótico que haga lo que le digas, como tú digas y cuando tú lo digas, lo más sincero me parece pagar a un profesional del sexo.

Evidentemente hay que encontrar un equilibrio: es natural buscar gente con la que tengas una cierta compatibilidad, pero procurando ser al menos un poco flexible. Mi experiencia personal es que funciona mejor escuchar al otro, valorar lo que te propone, disfrutar en compañía y descubrir nuevos placeres, que buscar a alguien que tenga exactamente el mismo fetiche que tú. Pero está claro que cada uno debe encontrar su camino por sí mismo.

martes, 16 de marzo de 2021

¿Qué es la dominación?

Me considero dominante y me gustan los juegos D/s, de dominación / sumisión. Y sin embargo, sigo teniendo dudas respecto a qué se refiere alguien cuando me dice que le gusta la dominación, que es la forma más breve de denominar a estos juegos. Yo mismo he tenido claro recientemente que lo me gusta es, de hecho, la dominación, por encima de cualquiera de los juegos concretos que se suelen englobar dentro de esta, como el bondage y el spanking, que son los dos más habituales. Y es que el concepto de dominación, o de D/s, es en sí más amplio y menos específico.

Atar o azotar pueden ser fines en sí mismos o formas de dominar

Hay diferencias entre un dominante o sumiso y un amante del bondage o del spanking. Podríamos decir que lo primero suele abarcar lo segundo, pero lo segundo no suele abarcar lo primero. Los amantes de los juegos de dominación y sumisión tenemos un fetichismo más basado en lo psicológico: los roles, la humillación, el ritual, las posturas, etc. Mientras que los amantes de una práctica disfrutan con un placer más sensorial: al amante del bondage le gusta estar atado, la sensación de inmobilidad, y al del spanking sentir el azote en el culo. 

Para los amantes de la dominación, el atar al sumiso o el azotarlo es una forma de expresar esta dominación y suelen, solemos, ser más versátiles y estar interesados en explorar diferentes prácticas, que para nosotros son un medio para lograr un fin, que es la sumisión de nuestro compañero, o el sentirnos dominados por él. Mientras que los amantes de una práctica son más rígidos, su interés está muy centrado en esa práctica; generalmente ni siquiera se definen como amantes del BDSM, y realizar su práctica, ser atados o azotados, es el fin en sí mismo. 

Sex o no sex

Respecto a mezclar el juego fetichista con el sexo convencional e incluir sexo oral o anal o no en las sesiones, diría que no hay ninguna diferencia apreciable. Tanto entre quienes prefieren la D/s "generalista" como entre los especializados en una práctica concreta, hay quien le gusta mezclarlo con sexo y quien prefiere separarlo.

Tampoco veo diferencias respecto a la flexibilidad en cuanto al rol. Tanto entre los amantes de la D/s como los de prácticas concretas, se pueden encontrar muchos que tienen muy claro que prefieren el rol dominante o el rol sumiso, y también muchos otros que pueden cambiar de rol fácilmente.

Esto puede hacer a veces difícil el juego porque unos y otros tenemos intereses diferentes. Como ya he dicho, los amantes de la D/s somos más versátiles y flexibles y, si estamos ante un chico que solo le guste el bondage, podemos darle más protagonismo a esta práctica y reducir el spanking a un mínimo, o viceversa. Por lo tanto unos y otros nos podemos entender bien, siempre y cuando no caigamos en la generalidad extrema ni en lo contrario, la especialización extrema. Pero eso ya lo dejo para otro post.

La foto es de la web www.capturedguys.com

jueves, 28 de enero de 2021

Mi fetichismo con el deporte



Nunca he entendido a los gays que no les gusta ver el fútbol. 22 buenorros en pantalón corto que les marca el culazo y les deja las piernazas al aire (un culo y unas piernas estupendas, precisamente porque juegan al fútol), que se abrazan, se besan, se meten mano no pocas veces ... Un partido de fútbol es una fiesta, no doy abasto a todo lo que hay que ver; no puedo entender que alguien pueda aburrirse. No lo digo en broma, o al menos no totalmente en broma.

La ropa deportiva

Aunque muchos piensen que todos los amantes del BDSM tenemos atracción por la ropa de cuero y de goma, y viceversa, en mi caso para nada. No siento el menor morbo ante un tio vestido de cuero ni de goma, ni me lo produce el tacto del material. Pero sí es cierto que los fetiches casi nunca vienen solos; la mayor parte de los amantes del BDSM tienen sus preferencias con la ropa: en mi caso no van hacia cuero ni goma pero sí me encantan los uniformes, los trajes y / o las prendas digamos clásicas, y la ropa deportiva, que es en lo que me voy a centrar hoy.

 



El fetichismo de la ropa de deporte es fácil de entender, supongo: es ropa muy ligera, que dibuja el cuerpo, que favorece el roce y que es muy sensual, tanto llevarla uno como vérsela puesta a un sumiso. 

Naturalmente hay mucha variedad de deportes y de ropa deportiva. Mis preferencias van hacia los chandals, la ropa de fútbol, de rugby, los maillots de ciclista y los de lucha. Naturalmente los maillots no son para llevarlos yo sino solo para verlos en otros chicos; y en chicos delgados además, porque si no no favorecen nada. Para chicos que tienen cuerpos más recios, mejor la ropa de fútbol o de rugby.


 

Por supuesto el mundo del deporte es un clásico del porno, pero una vez más explico la diferencia entre el sexo vainilla y el fetichismo: en una película porno vainilla el uniforme deportivo solo va a durar puesto un minuto, y el vestuario y las duchas van a ser un escenario para un polvo. El fetichista en cambio disfruta viendo el partido y la interacción entre los jugadores.

La erótica del deporte

A partir de aquí ya dejo lo que es el fetichismo del deporte y de llevar ropa deportiva como práctica sexual, y me centro en el placer voyeur de ver acontecimientos deportivos y todo lo que rodea al deporte, ya sea amateur o profesional.

En primer lugar está lo más evidente, las escenas de vestuario. 


 

Luego las de masaje. El placer de dar o recibir un masaje es casi un fetichismo independiente.

Tampoco podemos olvidar las escenas eróticas accidentales. Descuidos, enganchones o accidentes que desnudan al jugador.


 Y, casi lo que más me pone, los achuchones y palmadas cariñosas que los jugadores reciben de compañeros, entrenadores o del propio público.



 

Ranking de deportes eróticos

Particularmente no me ponen deportes como el baloncesto o el tenis; en el caso del baloncesto me resultan antieróticas las camisetas de asas y no tengo preferencia por tios tan altos. En el tenis, hay muy poco contacto entre jugadores y muy pocos de ellos me gustan físicamente. Tampoco la natación es lo mío, aunque entiendo el interés de algunos por los bañadores tipo slip que utilizan los profesionales.  Me centro en los que sí me ponen y sí me quedo a verlos si los encuentro en la tele, o los busco en YouTube o televisión a la carta.

5 - El fútbol

He empezado hablando de fútbol por ser el deporte más popular, pero, aunque tiene mucho erotismo, como ya he explicado, y disfruto viendo los partidos, no lo pondría en el número 1. 

En los deportes que vienen a continuación, ya aparte de toda la erótica del vestuario, los masajes, los abrazos y los azotes en el culo que da el entrenador, el deporte en sí es más homoerótico que el fútbol.

 


4 - El ciclismo

Me encantan los culottes de ciclista y los corredores culo en pompa encima de la bicicleta. Un pelotón de ciclismo visto desde atrás es todo un placer. Y, para los amantes de las piernas, pues evidentemente es el deporte rey en ese sentido.


3 - El rugby

Por desgracia en España no es un deporte muy popular, pero en otros países sí lo es. El erotismo de las melées es evidente y para quien le guste disfrutar de cuerpos anchos y recios y no le importa algún kilillo de más, es un placer.

La foto de cabecera de mi blog, por cierto, es de una iniciación en el vestuario a dos nuevos jugadores en un equipo de rugby. Aquí otra imagen de la misma sesión:


 

2 - La lucha grecorromana

Las agarradas entre los luchadores, vestidos además con esos maillots ajustados, convierten el visionado de torneos de lucha en una de mis aficiones favoritas. Además hay diferentes categorías para quien disfrute de cuerpos más menudos o más recios. Por si esto fuera poco, este deporte es mainstream en países como Irán, Georgia, Armenia, etc. donde, en mi opinión, están los hombres más guapos del mundo. 

En España existe la lucha leonesa, que no tiene color con la de estos países, pero no deja de tener su gracia.

De hecho la lucha es un fetichismo erótico, hay tios que quedan para luchar, a veces como juego preliminar al sexo o a veces por el placer de la lucha en sí.


1 - La lucha turca con aceite

No entiendo que este deporte no sea famosísimo en el mundo gay porque no concibo algo más homoerótico. Los jugadores, que son turcos, como decía antes de la región con los hombres más guapos del mundo, se embadurnan de aceite e introducen la mano dentro del pantalón del rival, que no lleva calzoncillos, para hacerlo caer, no sin antes darse una fiesta agarrando muslos, nalgas y testículos.




jueves, 21 de enero de 2021

Salir del armario BDSM

 

Ya hablé en una entrada anterior del armario BDSM: de las personas que tienen una sexualidad parcial o totalmente fetichista y lo viven con vergüenza. Ahora voy a tratar el tema de personas que han aceptado su sexualidad BDSM pero se encuentran con el problema de en qué momento salir del armario con los demás. Cómo decir a tu pareja, a tu ligue o al chico con el que estás tonteando en una aplicación que te gustaría hacer "juegos especiales" con él o que no te atrae demasiado hacer "lo de siempre", es decir, sexo basado en la penetración.

Estar dentro o fuera del armario

Nunca he entendido esa idea de "estar dentro" o "estar fuera" del armario como términos absolutos. La inmensa mayoría de los gays estamos parcialmente dentro y parcialmente fuera del armario; nuestro entorno cercano conoce nuestra inclinación sexual, o al menos esa parte de nuestra inclinación sexual, porque ya hablé en otro post de que considero que la inclinación sexual no solo consiste en que te gusten los chicos o las chicas, pero una persona que nos acaban de presentar en cualquier situación seguramente no sabe de antemano si somos heteros o gays. Tal vez lo intuya, dependiendo del contexto en que te haya conocido, de su mayor o menor percepción para estos temas, o de la pluma que tenga o no tenga cada uno, pero no lo sabe con seguridad, o aunque lo sepa tampoco tendrá claro si debe o no hacer ver que se ha dado cuenta. 

Surge la duda de si hablar abiertamente de este aspecto de nuestra vida con esta persona nada más conocerla, o de si esperar a tratarla más a fondo o a que surja el momento adecuado en que venga a cuento sacar el tema. La salida del armario es, por lo tanto, un proceso continuo que tiene lugar prácticamente todos los días, no algo que se hace una vez en la vida y luego ya está, como se suele presentar desde la prensa o las películas.

Pues bien, con el armario BDSM ocurre exactamente lo mismo. Conocemos a un chico que nos gusta, o incluso tenemos un rollo con él, y hace falta buscar el momento oportuno para confesarle que tenemos una sexualidad fetichista. Llega a darse el caso de parejas en las que uno de sus miembros desconoce que el otro es amo o sumiso con terceras personas. El "no me dejes marcas porque mi pareja no debe verlas" es un clásico que me han dicho infinidad de veces. Es cierto que es mucho más frecuente cuando la pareja es mujer, pero también me ha ocurrido con parejas gays.

Me gusta este chico; ¿cómo le digo que soy amo / sumiso?

No hay una regla fija; hay chicos que enseguida te dan pie y otros a los que es mejor no decírselo porque no lo van a entender. Con el tiempo se va cogiendo intuición de qué personas pueden ser proclives, o como mínimo tolerantes, con estos juegos, pero es verdad que cuando eres muy joven o tienes poca experiencia puede ser más difícil acertar.

Hay gente que reduce el sexo a ser activo o pasivo, y ser versátil es lo más atrevido y fuera de la norma que puede concebir. Darles la charla de que existen otras opciones va a ser inútil, no pueden o no quieren entenderlo, que a efectos prácticos es lo mismo. En cambio hay otros chicos, afortunadamente cada vez más, que tienen un concepto del erotismo y del sexo más amplio y con los que vale la pena ser sinceros y hablar de lo que realmente nos gusta. Generalmente la edad es un factor que cuenta y la gente mayor suele tener más prejuicios y conceptos más convencionales, pero hay muchas excepciones.

 ¿Me hago un perfil vainilla o fetichista?

Siempre he tenido la duda, a la hora de abrirme un perfil en una aplicación, de si poner o no mis preferencias sexuales hacia el BDSM. No es una decisión fácil porque hacerlo supone enfrentarte al rechazo, a ser malinterpretado, y a veces a ser juzgado, mientras que no hacerlo supone tener luego el dilema de en qué momento salir del armario y hablar abiertamente de tus preferencias en la cama. En muchas épocas he tenido dos perfiles, uno vainilla y otro fetichista, aunque eso también tiene sus riesgos cuando alguien con quien has hablado en una de tus identidades descubre la otra.

Puesto que cada vez más las aplicaciones solo sirven para sexo rápido, añadido a que una vez que has probado lo que realmente te gusta la vuelta atrás no es tan fácil, y también porque cada vez me da más pereza la salida del armario y prefiero que la otra persona sepa a que atenerse desde el principio, con el tiempo me he ido decantando más por la opción fetichista. 

Aunque hay aplicaciones, como Grindr, donde no existen prácticamente perfiles fetichistas porque no tiene mucho sentido. En ese caso no lo pongo en el perfil pero sí intento hablar abiertamente de mis preferencias lo antes posible cuando me contactan, y si veo que la persona no va a ser receptiva pues ya no le doy bola.

También existen apps fetichistas, como Recon, y están muy bien porque te ahorran la salida del armario. Pero ojalá vayamos hacia la dirección de que no sean necesarias, de que puedas hablar de tus preferencias con cualquiera en cualquier app y que quien no las comparta te lo diga desde el respeto.


Los dibujos con los que he ilustrado el post son del artista Kernled, especializado en amos y spankers muy maduros, rompiendo el cliché de que las imágenes eróticas deben mostrar siempre a chicos jóvenes. Reconozco que, en cuanto a los sumisos, yo sí sigo el cliché, no encuentro deseable la imagen de un hombre muy maduro sometido. Así que me he centrado en sus obras en las que el sumiso sí es joven. Podéis ver más de sus excelentes dibujos en su cuenta de Tumblr.

sábado, 9 de enero de 2021

Juegos de rol médico - paciente

 

Se llama medical, o medical fetish, al fetichismo de los juegos de rol médico - paciente. Es uno de los juegos de rol más típicos; otros serían profesor - alumno, amo - cachorro y papi - hijo.

Los juegos de rol en su vertiente light están muy integrados en el sexo mainstream; basta ir a cualquier página porno para comprobarlo. Como ocurre con todos estos juegos, hay una delgada línea que se cruza cuando el rol ya no tiene como función necesariamente favorecer la penetración. Es en ese momento, cuando el placer que provoca jugar al rol es un objetivo en sí mismo, y no solo un medio para el sexo oral o anal, cuando uno se puede considerar fetichista, en este caso medical.

La diferencia entre una peli porno medical y una peli porno vainilla ambientada en la consulta del médico es fácil de ver. En la peli vainilla el doctor va a ser un buenorro musculado, igual que el paciente, y no van a tardar más de un par de minutos en estar ambos desnudos en pleno futi-futi, que decía La Veneno. En cambio la peli fetish va a presentar a un médico más creíble como tal, guapo pero ya no tan sexualizado, y se va a detener con calma en los protocolos médicos, el material, las revisiones, intentando que todo sea lo más realista posible. El médico va a permanecer vestido y con su bata mientras el paciente se desnuda. 

Al igual que en otros fetiches, el medical no tiene por qué estar ligado con el BDSM, pero el hecho es que con mucha frecuencia lo está. Bastantes sumisos se sienten inclinados por el rol de paciente de un médico dominante que los ata a la camilla o que les aplica un tratamiento de azotes.

Reconozco que he practicado poco este fetiche y no soy experto; intuyo que el placer del sumiso viene de ser palpado, revisado y tener que estarse quieto mientras el doctor explora su cuerpo, y en particular sus zonas íntimas. El ponerse los guantes de látex, que están disponibles en cualquier supermercado, para la revisión es uno de los highlights en este fetichismo. Una sesión básica constaría de estos elementos, y tal vez de la recogida de una muestra de semen, algo que sería fácil derivar en una sesión de cum control o eyaculación controlada, llevando al sumiso varias veces al borde de la eyaculación y evitándola para luego reanudar la estimulación.

Para los iniciados que quieran una sesión más intensa, el medical se presta mucho a los juegos anales, como la introducción de supositorios, la aplicación de enemas o el uso de espéculos.Otras opciones son fetichismos muy peculiares como el de las inyecciones, al que ya le había dedicado un post, y la introducción de tubos por la uretra.

Respecto a estos juegos más hardcore, no hace falta decir que es imprescindible extremar las precauciones. Yo solo he jugado a ellos con chicos que eran personal sanitario en la vida real y sabían perfectamente lo que hacían o lo que yo les estaba haciendo, o bien con gente muy experta.

Los supositorios deben guardarse en la nevera porque si no se van a derretir al entrar en contacto con el ano, quitándole la gracia al juego; y deben ser lo más inocuos posible, o si no el sumiso tendrá que interrumpir la sesión para ir al baño unas cuantas veces. 

Respecto a los enemas y la introducción de tubos en la uretra, no los he practicado nunca (hay fetiches que claramente no me atraen y no tiene sentido probarlos en ese caso) ni tampoco me han contado gran cosa sobre ellos.

Los espéculos, por último, son aparatejos para dilatar y abrir el ano. Esta es la apariencia que tienen. Si queréis verlos en acción tendréis que buscarlo en Google; tengo por norma no poner porno explícito en el blog.

sábado, 2 de enero de 2021

Apps: El futuro del BDSM


Es una obviedad decir que las aplicaciones para móviles han cambiado el panorama del sexo gay (seguro que también del sexo hetero). En mi caso viví este cambio todavía con mayor intensidad porque durante los años 2000 busqué contactos BDSM a través de perfiles en páginas web como GayDar o GayRomeo, que los que tengán más de 30 años seguro que recuerdan, y luego me eché un novio vainilla y casi desaparecí del mapa fetish durante unos 7 años: reduje mis citas BDSM a un mínimo  durante el tiempo que duró la relación, por las dificultades que comentaba en otro post de compaginar el fetichismo y la vida de pareja.

El BDSM en el mundo Grindr

Cuando volví a la soltería en 2016 ya estaban en plena efervescencia las apps para ligar a través de los móviles, que yo no había llegado a conocer porque su boom me había pillado emparejado, y Grindr ya era la que dominaba el mercado y marcaba la pauta de cómo funcionaba el sexo gay en los nuevos tiempos. 

Me encontré con un mundo gay muy diferente al que recordaba: por un lado el BDSM ya no era ni mucho menos el tabú que había sido hasta entonces. Podía decir que me gustaba dar azotes, atar y someter a un chico y ya eran pocos los que me consideraban alguien con una tara o un trauma, digno de miedo, de compasión o de ambas cosas a la vez; al contrario, a cantidad de chicos les daba morbo o curiosidad el tema y, al menos Madrid y Barcelona, se habían convertido en ciudades modernas y ya no tan alejadas de otras capitales europeas en las que los fetichismos ya hacía tiempo que estaban a la orden del día.

Pero, como siempre ocurre, no todo era de color de rosa tras la explosión del sexo rápido que habían provocado las apps: el mundo gay se había vuelto muchísimo más desinhibido, pero también más deshumanizado. El esquema de sexo rápido e impersonal de Grindr se llevaba también al mundo BDSM, lo cual no es nada recomendable en prácticas que pueden tener su riesgo y para las que es muy recomendable la confianza en la persona con la que estás y no son buenas las prisas.

 Más cantidad pero menos intensidad

Resumiendo: encontrar un sumiso para una sesión esporádica ahora es algo relativamente fácil, mucho más de lo que nadie podría haber imaginado hace diez años, casi un sueño hecho realidad. Pero a la vez encontrar un sumiso fijo, o por lo menos habitual, creo que es más difícil que nunca; aunque al sumiso le guste la experiencia BDSM es muy difícil que quiera repetir, porque el exceso de oferta de las apps lleva a la búsqueda compulsiva de nuevas experiencias y de nuevas parejas sexuales, no a profundizar el contacto con las personas que ya has conocido. Para qué repetir cuando, por muy bueno que sea lo que he conocido, siempre puede haber algo mejor en el horizonte.

Si ya en el sexo vainilla la búsqueda del "polvazo" con un desconocido no suele ser la mejor política, porque el sexo suele ser mejor cuando ya conoces a alguien y sabes dónde, cuándo y cómo hacerle qué, y él sabe dónde, cuándo y cómo hacerte qué a ti, pues en el BDSM eso ocurre diez veces más. La primera sesión es una toma de contacto, y a partir de ahí se puede crecer y se pueden probar muchas cosas si hay un contacto regular entre el mismo amo y el mismo sumiso. Estar permanentemente empezando cada vez con un nuevo amo o un nuevo sumiso lleva a unas sesiones light, que son divertidas y cómodas, pero que no pueden tener el morbo ni la entrega que surge con el tiempo y la confianza en una relación D/s.

No quiero tampoco ser crítico con estas experiencias superficiales y estos sumisos de una sola sesión, porque un amo se forma y adquiere experiencia a partir del contacto con muchos sumisos y no podría saber lo que sé, ni seguir aprendiendo, sin estas sesiones esporádicas, pero a veces llegas a un punto en el que te apetece pasar a otro nivel, y eso requiere confianza y complicidad, no lo puedes hacer con un desconocido. Y la cultura del "aquí y ahora" de las apps hace esto muy difícil. En el BDSM las cosas llevan su tiempo.

 El futuro del BDSM

Cuando me empezaba a iniciar en este mundo, oía y leía por parte de muchas personas que el interés por el BDSM era un vestigio de la represión de la sexualidad gay en el pasado y que iría desapareciendo con el tiempo a medida que fueran surgiendo nuevas generaciones que no habían recibido azotes ni castigos corporales de pequeños y que vivían su identidad sexual como gays sin culpabilidad (lo comento solo como curiosidad para que os hagáis una idea de los prejuicios y las ideas absurdas que hasta hace nada se tenían sobre el BDSM). 

Pues bien, a la nueva generación de veinteañeros les atrae que les den azotes en el culo, que les aten y que les humillen probablemente más que en ninguna otra época anterior, porque son juegos que no tienen que ver con ningún sentimiento de culpa ni ningún trauma sino que simplemente estimulan la líbido de un porcentaje importante, aunque minoritario, de la población. Cuanta más desinhibición sexual hay, más personas se van a animar a probarlos y más van a descubrir que les gusta. 

Lo que sí puede ocurrir es que, si seguimos con esta progresión de sexo de consumo rápido y superficial, se pierda la posibilidad de avanzar y llegar a tener prácticas intensas pero seguras y desarrollar el vínculo de amo - sumiso necesario para llevarlas a cabo. Pero eso ya dependerá de nosotros; nosotros no actuamos como actuamos porque existe Grindr, sino que Grindr funciona así porque nosotros hemos elegido y elegimos todos los días que funcione así, o bien elegimos Grindr frente a otras aplicaciones porque funciona así y eso es lo que buscamos. Somos responsables de las opciones que tomamos, no víctimas de la sociedad, de Grindr ni de nadie; esto conviene no olvidarlo.